No es extraño para los lectores de la revista DESIERTO que Frank Dunn, quien escapó de Nueva York durante los días de la Depresión Económica viniera al oeste para esperar "salir", en un rancho cerca de Las Vegas. Ahí cosechó frutas y vegetales que después comerció por otras necesidades en la tienda del Sr. Ward, en esos días el mercado líder en Las Vegas.
"Dinny the Dinosaur"
TESOROS DE LAS TIERRAS ESTÉRILES
por Frank Dunn
En Borrego Badlands al oeste de Salton Sea, esperan al explorador tesoros en forma de raras esculturas naturales, así como una clase de cerámica, en ambos lados de la carretera 99, un asombroso depósito de concreciones. Estas formaciones de piedras areniscas son conocidas prácticamente por todo el camino a Borrego.
En ninguna otra parte del país se encuentran estas piedras caprichosas. Al menos nunca hemos encontrado en nuestros viajes por el país. Buscar muestras de concreción, es definitivamente un estilo diferente de "búsqueda de rocas."
Mientras que los buscadores con experiencia, indagan sobre minerales preciosos y semipreciosos, con un valor ya definido, el cazador de concreciones está sólo interesado en la textura y en las formas, satisfaciendo un deseo estético. Por otra parte, la mayoría de nosotros deja a nuestra imaginación descubrir formas en las nubes, en la copa de los árboles o inclusive en las sombras. En ocasiones una fotografía nos revela figuras singulares. Ir de caza por concreciones es como una aventura, un ejercicio para la imaginación, tan bueno como para el cuerpo.
En los últimos doce años, hemos conducido nuestra camioneta de media tonelada equipada con llantas extra grandes parcialmente desinfladas, para atravesar el terreno sin ningún contratiempo. Varios sacos, un desarmador pesadísimo y unos diez pies de varas de bambú, era el único equipo para la misión de encontrar concreciones. En años recientes encontramos que el morral de un repartidor de periódico colgado de los hombros servía para reemplazar el saco que era bultoso, fue una solución para tener libres los brazos y las manos de la laboriosa tarea de cargar. Las varas de bambú servían para marcar los escondites que más tarde serían recogidos, y un desarmador como herramienta para quitar la arena que a veces esconde parcialmente una concreción importante. En la mayoría de los casos, nuestras mejores piezas estaban cubiertas.
"Boreggo Wolfhound"La precaución no debe ser subestimada en la operación de zafarlos de sus camas. Es imposible saber donde deba haber una protección vital y al quitar el miembro puede ser decepcionante.
En ciertos puntos están dispersos abundantes "extrañezas," como les llamamos, todos ellos tienen textura similar, forma y tamaño, como si fueran miembros de una sola familia. Esto es más una regla que una excepción.
En un círculo de 50 pies, por ejemplo, encontramos una docena de réplicas de ostras—mismo color gris tamaño promedio y superficie granulosa—nunca habíamos encontrado antes un número igual. Aunque semejaban moluscos petrificados, sabemos que no lo son.
"Bread of Stone"De nuevo en una circunferencia de 50 pies, el terreno estaba marcado por círculos en forma de diamante, los tamaños iban de media pulgada hasta dos pulgadas. Nunca olvidaremos esta escena: el sol del atardecer reflejaba ondulados matices en color café, acentuados por sombras sobre la arena oscura.
La época ideal para encontrar estas raras concreciones, es de noviembre a marzo, preferiblemente después de nuestros raros aguaceros.
Compuestos de piedras areniscas, los granos de la formación pueden variar, según el grado de endurecimiento. Un fuerte aguacero separa las partes más suaves, este es el primer paso de la escultura, muy parecido a el borrador que hace un artista. Estas erosiones son artísticamente extraordinarias.
Nuestro encuentro más importante fue hace diez años: es la cabeza y los hombros parecidos a los de una esfinge, de una pequeña dama llamada "tía tortilla" porque semeja a una adorable mujer mexicana que conocimos en Zamora, Michoacan, quien era muy aficionada a cocinar tortillas.
Algunas de nuestras muestras no pueden ser identificadas como los de una clase de muestras contemporáneas, así que las asociamos con el período prehistórico.
Destaca un reptil de cuello encorvado, una criatura que parece haber escapado de una película de terror. También entre los prehistóricos está un grupo desmañado de dinosaurios que pusimos en una réplica de El Pozo de Brea Líquida.
La concreción que da forma a un zorro es única. La escultura parece obra de un Dalí. Su estructura es una serie de secciones elípticas empezando en una extremidad y terminando en la otra con una cola abundante.
Nunca dejamos de tener diversión y asombro cada vez que regresamos a escalar por la carretera 99, dejando atrás los tesoros de las tierras estériles, con la promesa de regresar, por un nuevo día de diversión.
Fue en este desierto que Dunn descubrió por primera vez la emoción por lo que la naturaleza ofrecía a través de las hojas y las piedras, así empezó su incomparable colección, aclamado después por el Museo Americano de Historia Natural, en el cual Dunn es ahora miembro asociado.
Con Celia su esposa, Dunn aumenta continuamente su colección, buscando tesoros naturales cerca de su casa en Palm Desert.
Publicado originalmente en:
Revista del Desierto
Octubre, 1963. Todos los derechos son reservados.